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Amo lo anónimo de este blog.
Lo amo.
Diseñando el sueño de una realidad consciente Pasando del Homo-Sapiens al Homo-Ludens · <3 Matías (2002) <3
Poema para evitar un reclamo
o reclamo en forma de poema.
Intercambiamos obras en treintenas:
la suya largas palabras,
la mía dibujos cortos.
Olvido mi vida:
devoro y anoto su treintena de hojas
—ay… y ¡tantas más!…
alimento su ego—
con atención plena.
Mis palabras no abrazan su desazón
y asumo los golpes de unas de lava.
Enredados cables confunden todo amargando la esperada sopa.
Mis golpes son a nada:
cucarrón al fuego.
Tristeza
¿Discernimiento?
Tristeza por discernimiento:
golpe al alma
… y a algo más.
—respiro—
Alzo mi cabeza,
me quito los enredos de encima,
aclaro mi sopa.
El reloj está conmigo:
no tuvo tiempo para mi treintena.
En treintenas el desequilibrio
—respiro—
mi conciencia tranquila,
no yo.
—respiro–
Hay tiempo cuando hay interés
dicen por ahí…
—respiro—
El reloj está conmigo.
Me tranquilizo.
Y pienso, como postdata:
¡qué raros son los reclamos!
–respiro–
Ziruma, 13 de enero de 2025
Nota pa' mí: apenas publiqué esto me habló de aquéllo… juá.
Ahora, mientras me preparaba para cepillarme los dientes pensé en algo:
Si sólo tuviera un mes de vida, ¿qué haría?
La respuesta llegó a mí inmediatamente y sin dudas:
Empiezo a regresar
a ese lugar que no es ningún lugar geográfico.
Ya voy regresando al lugar al que pertenezco:
a mí misma.
Una vida completamente mía, y, sin embargo, el objetivo nunca he sido, yo sino otros y otras razones.
No sé vivir para mí ni por mí.
No he tomado decisiones para mí: siempre para otros.
No me arrepiento, pues he vivido cumpliendo las misiones que sentía que debía vivir.
Qué curioso darme cuenta de esto, pues mi vida ha sido tan mía.
¡Qué cosa tan rara es la vida!
– Maria, ¿por un helicóptero mediano?
Pero no era eso.
A veces, la belleza me puede.
Esa sensación helada
que dejamos escapar porque no era nuestro destino.
Reviso nuevamente cómo habría sido la vida con él
y sé que no quepo en esa hielera.
Ahora bailo en el alma la sensación de esa bella imposibilidad
… y sonrío feliz
volando en mí
desde mi montañita.