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miércoles, mayo 07, 2008

Como una avestruz

En realidad, no sé qué es la cosa. Lo que sí sé es que no me acostumbro a la tristeza por nada, a la melancolía que me da por nada, pues hoy, en particular, ha sido un día bueno.
Tuve una reunión con Luis Fernando Cortés y quedé feliz, pues lo que están haciendo en la Gobernación tiene todo qué ver con lo que buscamos con la Fundación. Es raro encontrarse cosas así. Lo que me dijo que buscaban eran las ideas que iba a presentarle.

De resto… qué cosa tan difícil estar todo el tiempo. La constancia, responder e-mails, hacer llamadas con estas profundas ganas de meter la cabeza en un hueco, creerse avestruz y no sólo meter la cabeza sino salir corriendo bien rápido con esas patotas largas… tan cómicas las avestruces.

Ahora me desespera (aunque me encanta también) verme escribiendo esto, pues recuerdo que esta forma de escribir se puso de moda; escribir informalmente, demasiado informal y pensar que es literatura (bueno, yo no pienso que sí lo sea, pero también me equivoco)

Ay, jueputa! qué angustia existencial! Mejordicho:


Hoy fuimos mi mamá y yo a motilar a Matías. Quedó divino. ¡Qué juicio de muchacho!

miércoles, noviembre 21, 2007

Duele pensarte como sal en una herida

Duele pensarte como tomar la piel rajada por los extremos y jalarla antes de que se desagarre el músculo.
Duele pensarte y no debería
Duele pensarte y me aseguré de no verte
Duele pensarte y ni te pienso
Duele, también, no pensarte
Duelen tus ojos "y su vida que no se me quiere ir de la mirada", citando al padre.
Podría citar el final de Aire de Tango citando tu muerte, con la diferencia de que esa muerte sí era física.
¿Te habré matado yo?
Mambrú se fue a la guerra
qué dolor, qué dolor, qué pena
Mambrú se fue a la guerra
pero como no había guerra
se la inventó
¿Volverá Mambrú de la guerra?

-¿De qué estoy hablando?
No se haga la boba, que usté sí sabe

Melancolia

malditas tildes que no ponen en estos títulos y hacen que pierda toda la gracia una palabra como ésta: Melancolía.

*Cortesía de mi estado de ánimo

Acabo de arreglarme las uñas, como una montañera pa la Capital

Pintadas de rojo y todo como la semana pasada cuando iba pa Puerto Rico y pasó tanta tragedia e iba a ser Belladonna Wild -
Pornstar, pero como las cosas no son siempre como uno quiere o piensa que pueden ser, todo salió contrario a lo planeado (y ahora pago las consecuencias de la bisoñada de la montañera en la capital, de meterme con quien no debía (o sí debía, pero no así; o sí así pero no así). Las perspectivas de todo eran distintas pero fueron distorsionadas por esta vida en la que no quepo, por esta vida que me sorprende a cada segundo, incluso con el dolor, cada vez nuevo, cada vez mío, cada vez torpe, cada vez distinto. Igual a como me sorprende con las provocaciones que me pone al frente, con miradas que no me esperaba y que ahora casi extraño sin hacerlo porque nunca llegué a acostumbrarme.
Hice, también, una promesa que no quería cumplir hasta que me tocó forzarme a hacer cosas para no tener siquiera la tentación de entrar a los espacios en los que no debo entrar (porque hay espacios a los que uno no debe entrar) y yo, toda metida como soy, me meto hasta invitada, me meto sin forzar las cosas sino por naturaleza, porque soy bienvenida, pero después la pago… Ay, Maria José, tal vez algún día aprendás (y si no, pues seguí pasando tan bueno y tan maluco)