Es que el asunto de la Fundación no ha sido fácil para mí (y son testigos sufrientes toda mi familia y algunos amigos). ESta historia tengo que escribirla bien escribidita.
Ahora sé que tengo un poco más de un año de trabajo muuuuuuuuuuuy duro para lograr el montón de cosas que constituyen la conmemoración y dedicarme finalmente a escribir, que es lo que quiero y que, de todas las cosas que hago, es la que me sale más naturalmente.
Ahora, mientras configuro mi mente preparándome para lo que se viene, me como una torta de chocolate de Deli, que es deliciosa, tomándome una Coca-Cola normal (la light es horrible y a mí las cosas dietéticas me dan mareo).
Hoy es un buen día. Hoy es un buen día, definitivamente.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario