Pues bueno, salgo al fin de vacaciones forzadas (¡pero tan deseadas!!!) y, preciso, cuando me dispongo a trabajar viene la tragedia.
Ayer le prometí a Matías ver unos videos, o de la pantera rosa o de choques de carros -ambos le encantan-. Estaba ya tarde para él y yo estaba mamada, pero hay que cumplir las promesas, no? Así que bajé por mi agua, una jarra inmensa, pues tengo la mala costumbre de tomarme casi o más de un litro de agua por la noche. La puse en el piso, al lado de la cama de mi mamá (donde estoy durmiendo estos días pues tengo mi cama llena de ropa, por algo que hacen mis hermanas: trueque, al que me sumaron, pero esta vez no se ha podido dar por miiiiiiiiiiiles de razones ajenas a nuestra voluntad... ya nos dimos plazo hasta mañana, pues nos vamos a enloquecer todas)...
Mi computador estaba sin batería, así que me acosté en la cama, Matías al lado, conecté el computador y el cargador se clavó en la jarra de agua, así que estoy sin computador.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario