Te digo adiós mientras me muero del dolor. Un adiós silencioso, del silencio que no deben tener los adioses, del silencio de los adioses no enfrentados, de esos adioses cobardes de los que he sido víctima toda la vida.
- Debería empezar a ver qué es lo que pasa, ver qué es lo que hay en mí que atrae esos adioses atroces y cobardes. ¿Seré yo una cobarde que atraigo la cobardía, o me verán o seré tan valiente que se acobardan y huyen? ¡Qué cosa tan complicada es ser así!
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