martes, julio 13, 2010

NOTICAS ADHESIVAS DE HACE DÍAS

ah…
me arde el corazón lo que me dejaste.
Ahghh, arde.

arde como arrancada de pelitos con cera sobre la piel irritada.

Arde como arrancarse con los dientes un uñerito rojo debajo de las cobijas. Hierve, pero sólo es físico. Mi alma no querría estar con vos. Mi alma está golpeada, pero ya se levanta del raspón.

Vé, pensé que había sido más grave... ja ja ja jajajajajajajajaaaaAAAAAAAAAAAAAAAAja ja j j j
:)
supongi que, como había sucedido ya antes, me subí muy rápido al camión y, en vez de pedirme bien, educadamente que me bajara, me tiraron y yo, simplemente, no reacciono sino después del accidente, porque, como en algunas caídas, uno se está cayendo y al mismo tiempo se est´ña viendo caer ytrodo es como en cámara lenta… uy, qué fue esto… pero no, como ya había dicho, fue más el escándalo que la herida. Auynque esas heriditas, precisamente, son las que más molestan, pero también las que menos duran.

Continúo en la limpieza de mi oficina y estoy feliz.parezco limpiando mi alma.

Hay tantas cosas… es increíble... y lo más impresionante es que aún están en mni recuerdo, buweno, la mayoría.


AMO ESCRIBIR!!!!

HABÍA OLVIDado cómo se sentía y se siente lo máximo!

Gracias, Sebastián.

jueves, julio 01, 2010

como colibrí y ave de rapiña

Volar tan rápido como un colibrí cuando necesite mantenerme en el aire.
De resto, planear como un ave de rapiña.

martes, junio 29, 2010

Carne radioactiva: el baile final

"En el infierno hay fiesta. ¡Bailen malditos al son de "Carne radioactiva"! (última escena de "Simón del desierto" de don Luis Buñuel)"
Cortesía: Luis Ospina

sábado, mayo 29, 2010

Seguramente hasta luego

Me despido de vos, despidiéndome de mi pasado.
Recorro los pocos espacios recorridos con vos
y reubico esos que no recorrimos.

Cortico, como siempre conmigo.

Cortico siempre: flash
Duración: un mes y pico.

Ya la tristeza me deja
y voy volviendo a mí.

Los tenis ayudan a desenfrenar el alma
encerrada en mí y buscando otros viajes.

Mi yo habitual y viciosa
–la adicta a la resignación triste de estar viva–
se desprende de mí.

Veo mi alma reflejada en el espacio mío
que, por primera vez,
obedece a mí.

Busco los por qués sin la tragedia que los rodea
(y los ha rodeado, inconsciente, en mí)
a los pobres por qués.

Los busco como mirándome de lejos,
sin afán de encontrar la culpabilidad;
entendiendo esa tristeza insoportable
por la que acaban de pasar
estos profundos ojos míos.

Recorro el espacio
-un espacio más de alguien más que pudo haber ocupado mi corazón–
y digo, como otras veces:
"adiós".
Seguramente:
hasta luego.

jueves, mayo 27, 2010

iba, pero…

iba a agradecerle la arreglada de la cojera de la mesa y, preciso en ese instante, se cayó la ruedita.
casi se me cae todo.

(todo bien, me dio risa)

viernes, marzo 19, 2010