Entonces, se supone, que uno debe estar contento cuando cosas que le importan pasan a manos públicas. pero resulta que no, que nostros estamos vivos, estábamos vivos cuando una parte de nosotros se la llevaron sin pedirnos autorización... ah... qué putería la que me da y la quiero hacer privadamente pública... Lo que es de uno es de uno, ¿o no? en qué momento los archivos del papá de uno los sacan de la casa de uno y uno, tan pendejo en esta vida, sigue como si nada... ah, què putería la que tengo... y fuera de eso, después no le contestan a uno... sí, yo sé que la gente vive tan ocupada... pero... tengo tanta ira que no debería publicar esto... sobre todo, porque no debo dar los detalles que serían pertinentes... ay, qué putería la que tengo.
Tengo tanta putería que ni escribo bien.
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