viernes, octubre 01, 2010

Relato de Sergio Stepansky

¡Juego mi vida!
¡Bien poco valía!
¡La llevo perdida
sin remedio!

Erik Fjordsson.

Juego mi vida, cambio mi vida,
de todos modos
la llevo perdida...

Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...

La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
a todo lo ancho y a todo lo hondo
—en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo...—

Juego mi vida, cambio mi vida,
la llevo perdida
sin remedio.
Y la juego, o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...:
o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
todo, todo me da lo mismo:
lo eximio y lo rüin, lo trivial, lo perfecto, lo malo...

Todo, todo me da lo mismo:
todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo
donde se anudan serpentinos mis sesos.

Cambio mi vida por lámparas viejas
o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil:
—por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
por los colgajos que se guinda en las orejas
la simiesca mulata,
la terracota rubia;
la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia:
cambio mi vida por una anilla de hojalata
o por la espada de Sigmundo,
o por el mundo
que tenía en los dedos Carlomagno: —para echar a rodar la bola...

Cambio mi vida por la cándida aureola
del idiota o del santo;
la cambio por el collar
que le pintaron al gordo Capeto;
o por la ducha rígida que llovió en la nuca
a Carlos de Inglaterra;
la cambio por un romance, la cambio por un soneto;
por once gatos de Angora,
por una copla, por una saeta,
por un cantar;
por una baraja incompleta;
por una faca, por una pipa, por una sambuca...

o por esa muñeca que llora
como cualquier poeta.

Cambio mi vida —al fiado— por una fábrica de crepúsculos
(con arreboles);
por un gorila de Borneo;
por dos panteras de Sumatra;
por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra—
o por su naricilla que está en algún Museo;
cambio mi vida por lámparas viejas,
o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas...

¡o por dos huequecillos minúsculos
—en las sienes— por donde se me fugue, en grises podres,
la hartura, todo el fastidio, todo el horror que almaceno en mis odres...!

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida...

León de Greiff

Relato de Sergio Stepansky

¡Juego mi vida!
¡Bien poco valía!
¡La llevo perdida
sin remedio!

Erik Fjordsson.

Juego mi vida, cambio mi vida,
de todos modos
la llevo perdida...

Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...

La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
a todo lo ancho y a todo lo hondo
—en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo...—

Juego mi vida, cambio mi vida,
la llevo perdida
sin remedio.
Y la juego, o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...:
o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
todo, todo me da lo mismo:
lo eximio y lo rüin, lo trivial, lo perfecto, lo malo...

Todo, todo me da lo mismo:
todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo
donde se anudan serpentinos mis sesos.

Cambio mi vida por lámparas viejas
o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil:
—por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
por los colgajos que se guinda en las orejas
la simiesca mulata,
la terracota rubia;
la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia:
cambio mi vida por una anilla de hojalata
o por la espada de Sigmundo,
o por el mundo
que tenía en los dedos Carlomagno: —para echar a rodar la bola...

Cambio mi vida por la cándida aureola
del idiota o del santo;
la cambio por el collar
que le pintaron al gordo Capeto;
o por la ducha rígida que llovió en la nuca
a Carlos de Inglaterra;
la cambio por un romance, la cambio por un soneto;
por once gatos de Angora,
por una copla, por una saeta,
por un cantar;
por una baraja incompleta;
por una faca, por una pipa, por una sambuca...

o por esa muñeca que llora
como cualquier poeta.

Cambio mi vida —al fiado— por una fábrica de crepúsculos
(con arreboles);
por un gorila de Borneo;
por dos panteras de Sumatra;
por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra—
o por su naricilla que está en algún Museo;
cambio mi vida por lámparas viejas,
o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas...

¡o por dos huequecillos minúsculos
—en las sienes— por donde se me fugue, en grises podres,
la hartura, todo el fastidio, todo el horror que almaceno en mis odres...!

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida...

León de Greiff

jueves, septiembre 30, 2010

creo que ya mi yo se voló de donde me le inventé que tenía que quedarse

Lista de sonidos y canciones para Ethel

Las olas del mar - vestido azul, movimiento:: el baile del Guayacán
Singing in the rain:: baile levitado de Ethel
La voz de Gardel (cantando volver):: organizando las telas
Sur (tango)
Colombia 1985 (Palacio de Justicia y Armero):: cruce de telas
Disparos:: enredo en las telas y entre ellas
Melcocha de todo y explosión sorda:: (cuadro no puedo más…)
Pausa:: respiración contenida-tensión
Sonatina al ayer (de Fungitonic and the Lobers):: relaja... la tela amarilla empieza a salir y desenredarse suavemente, suavemente y a pasar la tela amarilla por entre la gente, sobre, la gente
Por detrás un poquitico de singing in the rain mezclado con las olas del mar más suaves:: se va rodeando la gente, llevando la tela, suavecito, suavecito por encima de las cabezas y las manos a las que les ha mostrado cómo hacer para pasar la tela (la actitud cambiará dependiendo de la cantidad de gente; la actitud es la misma: Actitul Ethel... suave, amorosa, etc. ... Ethel).
y, al final, termina de espaldas haciendo una danza suavecita con las manos y termina como ella en los cuadros.
A Jorge Uribe.

Maria José Mejía Echeverría
Septiembre 20, 2010 13:36 p.m.
en la ofis.

martes, septiembre 28, 2010

Hoy le bailo a Ethel!!!!!!

Emoción, sustico, la tensioncita correspondiente, las mariposas en el estómago y muchos metros de tela.

En este post de abajo está la info correspondiente.

Mamm (de Ciudad del Río) a las 6p.m.

lunes, septiembre 27, 2010

Mañana le bailo a Ethel Gilmour en el Mamm


Increíble.

Ethel, Ethel… Ethel fue una de esas muertes impactantes de 2008, cuando se estaban cumpliendo 10 años de la muerte de mi papá.

Ethel… qué belleza de obra. Qué suavidad y qué fuerza.

Ahora nos vamos pa la expo de Ethel en el Mamm (Ciudad del Río), pues mañana voy a bailar allá!!!!! en el lanzamiento del documental "Elegía a Ethel Gilmour" de Fernando Mora. Es organizado entre el Mamm y Eafit.



—Martes 28 de septiembre / 6PM

Invitados: Imelda Ramírez, Jorge Uribe, María del Rosario Escobar, Fernando Mora, Jorge Ocampo y María Luisa Eslava. Proyecto de investigación Universidad EAFIT.
Contexto temático: Proceso investigativo y curatorial de la exposición Flores para Ethel Gilmour (Homenaje) y presentación del libro de memorias.

martes, julio 13, 2010

NOTICAS ADHESIVAS DE HACE DÍAS II

(pa'l blog)

Ahora estoy probando mi puesto de trabajo. Apenas se me ocurrió ahoritica, proque ese escritoriesote recibiendo y recibiendo puro desorden yu polvo me tenía mmada.
El polvero acá es impresionante, tanto que lo que queiro hacer es no exactamente seguirlo limpiando, sino hasta pintar con él– bueno, no sé.
tal vez.

Ahora (todo este parrafito lo he escrito así. lo estoy escribiendo con los ojos cerrados. Me encanta hacer eso. uf, qué pirvilegio poder escribir así. Cuando estaba chiquita, le pasaba los trabajos a m dedel colegio a mi hermano, porque yo escribía más fápido.
Mi ídolo, en ese asunto fue siempre mi papá, y competíamos carreras a ver quién escribía más rápido y obviamente él escribía más rápido, y me sorprendía que yo lo que escribía eran puras letras enredadas y me demoraba y él sí escribía algo coherente y no se le atrancaban las palanquitas de las letras de las máquinas de escribir.

Después él leía lo escrito por nosotros (creo que también lo hacía con mis hermanos) y ese sonido producido por el enredo nos provocaba una risa impresioante..

Me estoy muriendo del sueño, pero aún no me quiero dormir. Los ojos se me cierran, pero, entonces, gomoseo la escritura con los ojos cerrados.

Maña... hoy hay que votar. m imamá va a ser testigo y clara también. Dejaré a Matías con Pedro, iré a votar y, si tengo carro, que seguramente sí, paso por la casa de mauiro giraldo, le devuelvo la caiseta y bueno, esta caja de MEjía ya no se hizo hoy.

Amo escribir, jueputa.!!!!!

NOTICAS ADHESIVAS DE HACE DÍAS

ah…
me arde el corazón lo que me dejaste.
Ahghh, arde.

arde como arrancada de pelitos con cera sobre la piel irritada.

Arde como arrancarse con los dientes un uñerito rojo debajo de las cobijas. Hierve, pero sólo es físico. Mi alma no querría estar con vos. Mi alma está golpeada, pero ya se levanta del raspón.

Vé, pensé que había sido más grave... ja ja ja jajajajajajajajaaaaAAAAAAAAAAAAAAAAja ja j j j
:)
supongi que, como había sucedido ya antes, me subí muy rápido al camión y, en vez de pedirme bien, educadamente que me bajara, me tiraron y yo, simplemente, no reacciono sino después del accidente, porque, como en algunas caídas, uno se está cayendo y al mismo tiempo se est´ña viendo caer ytrodo es como en cámara lenta… uy, qué fue esto… pero no, como ya había dicho, fue más el escándalo que la herida. Auynque esas heriditas, precisamente, son las que más molestan, pero también las que menos duran.

Continúo en la limpieza de mi oficina y estoy feliz.parezco limpiando mi alma.

Hay tantas cosas… es increíble... y lo más impresionante es que aún están en mni recuerdo, buweno, la mayoría.


AMO ESCRIBIR!!!!

HABÍA OLVIDado cómo se sentía y se siente lo máximo!

Gracias, Sebastián.

jueves, julio 01, 2010

como colibrí y ave de rapiña

Volar tan rápido como un colibrí cuando necesite mantenerme en el aire.
De resto, planear como un ave de rapiña.

martes, junio 29, 2010

Carne radioactiva: el baile final

"En el infierno hay fiesta. ¡Bailen malditos al son de "Carne radioactiva"! (última escena de "Simón del desierto" de don Luis Buñuel)"
Cortesía: Luis Ospina