Mantenerme cuerda, cuerda, cuerda, cuerda…
con lo que me gusta deslizarme en mi atemporal demencia…
Tener que coordinarme y sincronizarme con el planeta, pues aún no es momento de surfear en mi demencia.
Extraño esos momentos en los que me entregaba a mí y al presente por completo; pero también siento un increíble placer ahora al verme haciendo lo que voy a hacer aunque esa demencia que me posee a veces me reclama su libertad.
Le explico, me toca, que hay que lidiar con la realidad, que ya ha gozado de tanta libertad, que ahora toca darle espacio y posibilidad a los sueños que ha pedido ella misma en su sueño de realidad… que hay también otras personas, además de mí misma, quienes necesitan de la yo cuerda, coherente frente a las exigencias del mundo y… que sé que quisiera haber tenido otros tantos montones de años para haber pasado tan bueno como he pasado… que ahora debo llamar a Herman Hesse de maestro y aprender a disfrutar y vivir placeres más maduros (¡ay, no, suena horrible!… por favor, entiéndase de la mejor manera que no voy a redefinir) y de más responsabilidad… aunque la demente hermosa que amo y soy, la incansable mundana quiera llorar a veces…
Paciencia, hermosa mundana, paciencia… ya volverá el tiempo para tu demencia.
Abril 2, 2012
Libreta 135
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2 comentarios:
Yo, que he sido un niño cumplidor de muchos años, te digo que se puede viajar entre ambos mundos, separados apenas por una telita de templanza. El ser díscolo y juguetón,ayuda a capear esos momentos que requieren de esa locura llamada real deidad del adulto "serio" y "responsable". Meros asuntos para mantener la matrix que nos soporta. La realidad es otra u otras muchas. Una vida no alcanza...
:)
Me encanta: "separados apenas por una telita de templanza"
Es verdad, la cuestión es que ahora me toca estar cuerda, cuerda, cuerda… para aterrizar, precisamente, esas otras realidades.
:)
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