Como en la realidad, en el sueño llegó una inmensa ola y volvió basura mis cositas.
En el sueño corría, corría en la arena relentizando mis pasos, cortos al patinar sobre ella…
Me preocupaba Matías en esa ola inmensa
– mini tsunami–
que se llevó mis cosas…
Pero lo importante era Matías… y estaba bien.
Mis cositas tratadas como basura,
emparamadas por la inmensa ola de la desesperación familiar…
¡Cómo juzgarlos!
¡Cómo no entenderlos!
y, sin embargo, entristece tanto eso
como la metáfora que representa.
Habré de inventarme una vida nueva.
Habré de inventarme, si la fe me da, un mundo nuevo
¡a estas alturas!
– a estas bajuras–
Baja, baja…
baja la marea que subió y se llevó todo.
Ya no quiero volver al sitio que calmó siempre mi alma.
Ya no quiero saber nada…
En realidad, ya nada sé.
¿Cómo se recuperará la fe?
Como en el sueño,
la ola,
desesperada,
se llevó mis planes.
Ola, ven por mí.