Le grito, llorando, ayuda a mi papá mientras me pongo ropa para salir a correr, demente, en este desasosiego extremo que me posee. Miro en la mesita Los Abuelos de Cara Blanca (versión de la Editorial Planeta), con la foto grande –y no tan bonita– de él por detrás (el libro está volteado). Lo abro en cualquier página y leo:
Corre veloz el viento; corre veloz el agua;
corre veloz la piedra que cae de la montaña.
Corred guerreros, volad contra el enemigo;
corred veloces
como el viento
como el agua
como la piedra que cae de la montaña.
Fuerte es el árbol que resiste al viento,
fuerte es la roca que resiste al río;
fuerte es la nieve de nuestros páramos,
ella resiste al sol.
Pelead guerreros, pelead, valientes;
Mostraos fuertes
como los árboles
como las rocas
como las nieves de las montañas.
– Canto guerrero de Los Timotes
Los Abuelos de Cara Blanca
Págs. 108 - 109. Editorial Planeta
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