viernes, febrero 03, 2012

Fiebre durante 5 días...

Purifica a cualquiera. Ya no soy un desastre. Soy un ser renovado y divino. Me purifiqué. La sufrí, Pero estoy saliendo purificada. Ahora, sigue Hermann Hesse el trabajo con mi alma. Leo El Juego de Abalorios Qué loma más empinada la que hay que subir, Qué ritmo... Entre la fiebre y El Juego de Abalorios, Saldrá de mí una mujer nueva. P.s. ¡Qué man más loco ese Don Hermann!

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