martes, noviembre 21, 2006

invitación de Matías a los amiguitos de El Arca

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Te busco ahora desde lo invisible

Te busco ahora desde lo invisible, desde lo innombrable, desde mi silencio.
Nunca te abandoné
-nunca pude, en realidad.

Tu nombre vibra en mí,
Tu solo nombre hace vibrar esas fibras incontrolables que soy.
Tu nombre suena en mí.
En mí tu nombre tiene sonido
-eso lo puedo decir con contados seres...
muy contados seres

Sé que es imposible sacarte de mí, por más ultimatums que intento poner.

Sé que es imposible sacarte porque nunca permití ni forcé tu entrada;
vos, simplemente, estabas.

Nunca te pensé.

Te busco sin buscarte, buscando rastros de vos que me permitan hablarte en la inevitable lejanía.
Tal vez no fuimos pensados juntos
Tal vez la historia no era tan fácil
Tal vez optamos por otro tal vez...

¿Perteneceremos acaso a una realidad de imposibles,
de pendientes eternos?

Tal vez algún día entienda lo absurdo del eterno tal vez;
del eterno silencio.


Noviembre 21, 2006



- Después de no encontrarte

viernes, noviembre 17, 2006

ya tu nombre es un susurro

Ya no grito tu nombre.
Tal vez mi silencio afónico renuncie.
Tal vez lo que pensé que sería eterno
pasó ya a la eternidad.

Mi eterno grito quedó en el aire,
mi silencio afónico pide ya miel.

No supe cómo llamarte,
tal vez mi silencioso grito te asustó,
tal vez nunca lo oíste.
Seguro nunca lo oíste...

No supe cómo llamarte.

Ahora llega esta miel a mí
y, con la mirada nostálgica
en lo que creí eterno y destino,
bebo ahora esta miel.

No sin tristeza,
No sin renuncia
-¿a qué si nunca existió
más que un silencioso grito?
me repito- me reclamo,
tomo esta miel que
cambia...

No sin temor
pasa por mi garganta
y la eternidad de este grito
se disuelve en miel.

-a quien siempre me vio bailar
y huyó de mi mirada.

Noviembre 17, 2006